Maniglier, Patrice. Foucault va al cine.

La cinefilosofía está de moda, aunque con demasiada frecuencia se busca en ella la simple ilustración de pensamientos ya habituales. Si el encuentro de Michel Foucault con el cine es ignorado, acaso lo sea porque no autoriza semejante actitud. Foucault nunca escribió libro alguno sobre cine, pero dejó una decena de textos y de entrevistas diseminados en los Dits et Écrist. Aquí se reúnen grandes extractos de ellos, que permiten hacerse una mejor idea de su encuentro con el séptimo arte.


Badiou, Alain. Pequeño manual de inestética.

      El arte es un pensamiento cuyas obras son lo real (y no el efecto). Y este pensamiento, o las verdades que activa, es irreductible a otras verdades, ya sean éstas científicas, políticas o amorosas. Lo que quiere decir también que el arte, como pensamiento singular, es irreductible a la filosofía.
       El precioso legado badiouano a la reflexión estética consiste en afirmar, por un lado, que no existe algo así como un “territorio autónomo” de la ciencia de lo bello: toda estética debe ser reconducida a su ámbito ontológico más propio si se pretende verdaderamente reflexionar sobre aquello que pueda ser el arte. Por otro lado, y como corolario de lo anterior, la expulsión de los poetas de la ciudad ideal pregonada por Platón, y la repatriación propuesta por Badiou en un gesto simétricamente opuesto, muestra que en la ontología estética del porvenir se juega el destino político de aquello que, quizá por costumbre, llamamos “hombre”.
       Este libro es, así, uno de los más enérgicos manifiestos que Alain Badiou haya jamás escrito en contra del relativismo en todas sus formas.


Lefort, Claude. Merleau-Ponty y lo político.

Se hallan reunidos en este volumen una serie de estudios dedicados por Claude Lefort a Maurice Merleau-Ponty. La decisión de reunir y publicarlos podría ser brevemente justificada. Digamos únicamente que a pesar del prestigio que permanece ligado a su nombre, y de los homenajes que a veces se le rinden, el pensamiento de Merleau-Ponty nos parece extrañamente mantenido a distancia por las generaciones de filósofos que le sucedieron. Ciertamente, su herencia es reivindicada por algunos teólogos y ciertos universitarios espiritualistas, siempre ocupados en conciliar lo viejo y lo nuevo. Pero no hacemos referencia a aquella posteridad que se engendra bajo el signo de la confusión. Destacable nos parece el silencio que hicieron los partidarios del discurso moderno sobre un filósofo cuyos escritos, especialmente los últimos, manifiestan una profunda ruptura no sólo con la tradición clásica, sino con la dialéctica hegeliana y marxista y la fenomenología. Como si no hubiera cuestionado el estatuto del sujeto, de la conciencia, de la representación, del concepto, como si no hubiera contribuido a transformar nuestra noción del lenguaje y, finalmente, derribado las certezas que sostenían las grandes referencias del pensamiento metafísico: Razón, Naturaleza, Historia, Política.


Laacher, Smaïn. Mujeres invisibles. 

        Casi nunca se habla de ellas y ellas difícilmente toman la palabra, de tal manera que son, para algunos “mujeres invisibles”.

        Este libreo es el primer estudio sobre las violencias familiares y conyugales ejercida sobre las mujeres extranjeras y de origen extranjero. ¿Cómo decir la propia desgracia y pedir reparación cuando se viene de un medio social donde no es legítimo exponer públicamente los problemas privados?

       La fuerza, la actualidad y la originalidad de esta obra residen en el material que ha servido para analizar estas violencias: 400 fichas telefónicas y 300 cartas dirigidas  dos asociaciones: Voix de Femmes y Ni Putes ni Soumises, así como una treintena de entrevistas profundas realizadas con mujeres y niñas. Si la mayoría de ellas son de confesión musulmana, se alejan sin embargo de las relaciones hombre-mujer cuando relatan su sufrimiento fuera del espacio privado.

       Sus palabras son las de la escuela, el derecho y la Razón. Lejos de las polémicas sobre la condición de la “mujer inmigrante” y de la fascinación por el “caso personal”, esta obra marcará un hito, porque el autor opera con agudeza y rigor un desplazamiento radical de nuestra percepción de la suerte de estas mujeres.


Balibar, Etienne. Spinoza y la política.

       Spinoza y la política: ¡qué paradoja, a primera vista, en esta simple formulación! Si la política es del orden de la historia, he aquí un filósofo en el cual, todo su sistema se presenta como el desarrollo de la idea de que conocer es conocer a Dios, y que Dios es la Naturaleza misma. Si la política es del orden de la pasión, he aquí un filósofo que se propone conocer (intelligere) los deseos y las acciones de los hombres “a la manera de los Geómetras … como si fuera cuestión de curvas, superficies y volúmenes”.

Si la política es la toma de partido en la actualidad, he aquí un filósofo para quien, justamente, la sabiduría y el soberano bien consisten en concebir todas las cosas singulares “desde el punto de vista de la eternidad”. ¿Qué nos podría decir que no sea pura especulación? Sin embargo, él mismo no vio ninguna contradicción, muy por el contrario, en la combinación de la inteligencia y la convicción, del concepto y la práctica.


Schérer, René. Miradas sobre Deleuze.

    En el clima del “post-mayo”, Réné Schérer forma parte del “grupo de amigos” filósofos con el que se ha reunido Gilles Deleuze en la Universidad de Vincennes: François Châtelet, Michel Foucault, Michel Serres, Jean-François Lyotard. Un amigo de Deleuze. “Pero no íntimo”, aclara el autor.


     La obra de Deleuze no sólo es profusa, es también difusa. Ha escrito libros complejos y profundos sobre filósofos, sobre literatura, pintura, cine, sobre psicoanálisis y política. Parece imposible abarcarla en todos sus niveles, en sus recovecos, recorrer sus líneas de continuidad. Pero Schérer lo logra con esta recopilación de artículos: comenta la obra. Desde un artículo de juventud de 1946, De Cristo a la burguesía, hasta su último escrito de 1995, La inmanencia: una vida.
¿Su estrategia? Componer como un fotógrafo o un director de cine lo que llama “vistas”. Son ventanas o visores, que dejan recorrer con la mirada la obra entera del filósofo francés, cada una a través de un tema que la atraviesa: la vida y la muerte, la política de lo impersonal, los devenires, la homosexualidad, el deseo, los olvidados, los marginales de la filosofía.
    Evita así la ajenidad, la extrañeza de un historiador de la filosofía. Pero evita también la intimidad, la pura interioridad que lo arrojaría a esa cultura de la cita que Deleuze aborrecía: convoca para cada “vista” no sólo títulos y variaciones deleuzianas, sino otros autores que las iluminan, sentidos políticos, climas y sensibilidades personales y de época, prolonga investigaciones y ahonda en problemas no resueltos. Compone así una mirada amiga –pero no íntima- de la obra de Deleuze.


Dejours, Christophe. Trabajo vivo II: trabajo y emancipación.

        Durante los últimos veinte años, aún cuando la degradación de la relación entre salud mental y trabajo continúa con su siniestro rumbo, se han acumulado argumentos suficientes para afirmar que esa evolución no tiene nada de ineluctable.               

Este libro tiene por objetivo hacer un balance acerca de los conocimientos clínicos y teóricos a nuestra disposición para pensar los principios de una política del trabajo distinta. Una política que no tenga sólo la intención de prevenir las enfermedades mentales laborales, sino que aspire a volver a tomar el control de la organización laboral para obtener de la relación con el trabajo los recursos que éste contiene en potencia tanto para la construcción de la salud y la autorrealización como para el aprendizaje de la convivencia y la recomposición de los vínculos de solidaridad.


Maffesoli, Michel. Ensayos sobre la violencia banal y fundadora.

    En el actual debate sobre la violencia, estamos acostumbrados a oír voces que oscilan entre la indignación y la condena. Lejos de esta perspectiva, teñida muchas veces de la moral más dudosa, Maffesoli observa la violencia como un fenómeno inevitable e incluso necesario para la estructuración social.

      En la línea de Nietzsche, Durkheim, Simmel, Bataille y otros grandes pensadores, el sociólogo francés ve en las manifestaciones orgiásticas de la sociedad, en las pasiones descontroladas de un recital o de una contienda deportiva, incluso en la brutalidad fascinante de los serial killers, los desbordes necesarios para conmover los cimientos desgastados de lo instituido..

     La violencia es parte de la eterna lucha de fuerzas que definen el movimiento cósmico y social, y negarla, no asumirla, ha sido la pretensión del hombre moderno, obsesionado desde siempre por controlarlo todo, por no dejar lugar al azar y al desborde de las pasiones.

Saber ritualizar la violencia, encontrar causas menos traumáticos para esa energía social irreprimible, quizá sea, según estos provocadores y lúcidos ensayos, el modo más genuino de asumirla.


Althusser, Louis. Cursos sobre Rousseau

       Estos cursos de Althusser referidos al Discurso sobre el origen de la desigualdad fueron dictados en 1972 en la Escuela Normal Superior (calle d’Ulm), en el marco de la preparación para la agregatura de filosofía. Resultan interesantes por dos razones: primero, porque engendraron una nueva generación de roussonianos, atentos no solo a las ideas de Rousseau, sino también a sus conceptos ocultos en las metáfora, en los personajes, en las situaciones novelescas. De esta manera se puso en práctica una nueva manera de agordarel rigor teórico de Rousseau por debajo de sus apararentes ensoñaciones e impulsos sentimentales. En segundo lugar, se descubre ahora que las tesis del “último Althusser” -sobre el materialismo aleatorio, sobre la necesidad de romper con el determinismo estricto de las teorías de la historia con el fin de aportar una nueva filosofía “para” Marx- estaban activas, mucho antes de 1985, en este curso trece años anterior.


Corcuff, Philippe. Las nuevas sociologías

Este libro aborda los debates sociológicos más importantes que han tenido lugar desde los años ochenta, centrándose en figuras como Elias, Giddens, Berger, Luckmann, Bordiey, Boltanski y Thévenot. Para ello Philippe Corcuff adopta el enfoque constructivista, según el cual la realidad social no es algo dado o natural, sino producto de construcciones sociales y cuestiona una serie de oposiciones y categorías que tienden a hacernos ver el mundo social de forma dicotómica.


Muller, Raphael; Wieder, Thomas. Cine y regímenes autoritarios del siglo XX.

       ¿Qué podemos aprender acerca de las dictaduras al ocuparnos del cine? Mussolini veía en el cine “el arma más fuerte” de su política de propaganda. Goebbels quería convertirlo en una “fuerza mundial” y Lenin consideraba que era la “más importante” de todas las artes. El cine, en el siglo XX, no deja indiferente a ningún dictador.

Las películas nos permiten vislumbrar el sueño de los sistemas totalitarios, no lo hacían efectivamente, sino lo que creían estar emprendiendo y lo que, sin duda, se mostraba como un horizonte posible a una parte de los ciudadanos.

¿Cuáles fueron las políticas cinematográficas de los regímenes autoritarios?  ¿Cómo fueron encuadrados los profesionales del cine, guionistas, realizadores, actores, productores, distribuidores, exhibidores? ¿Cómo funcionaba exactamente la censura? ¿Qué veían realmente los espectadores?

A través de los ejemplos de la Unión Soviética, el Japón de entreguerras, la Italia fascista, el Portugal de Salazar, la Alemania nazi, la España de Franco, la Francia de Vichy, la China maoísta, el Brasil de los militares, la Grecia de los coroneles y de cuatro “democracias populares”Hungría, Polonia, República Democrática Alemana y Checoslovaquia), esta obra se propone responder a estas preguntas


Bordieu, Pierre. La nobleza de estado

     ¿Tiene sentido hablar de nobleza hoy? ¿Acaso no vivimos en sistemas republicanos, que garantizan el derecho a ocupar posiciones en función de los méritos personales? A contrapelo de estas creencias, La nobleza de Estado, un clásico de Pierre Bourdieu que se publica por primera vez en español, revela sin concesiones el modo en que la educación consagra una “nobleza” de nuevo tipo, poseedora de títulos académicos y de propiedad. Esa nobleza, mientras dice defender el acceso igualitario a la escuela liberadora y a las competencias técnicas que requiere el mundo del trabajo, asegura su propia exclusividad a través de férreos mecanismos de selección y de sutiles filtros que distribuyen los lugares posibles: desde el modesto docente de primaria en un pueblo de provincia hasta el funcionario de alto rango en la administración pública o privada.

Desgarrando el velo de las apariencias, tal como hizo en Los herederos y Homo academicus, Bourdieu desnuda los secretos de la magia social que asegura, por la vía de la educación, la reproducción de las jerarquías sociales. Gracias a una escritura que alterna el humor de la distancia etnográfica con la argumentación teórica, realiza el proyecto de una antropología total, capaz de superar la oposición entre la descripción que hace ver y el modelo que permite comprender.

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