El día Internacional de la no violencia conmemora el 143 aniversario del nacimiento de Mahatma Gandhi, precursor de la filosofía y la estrategia de la no violencia; es decir, el poder individual y colectivo de oponerse a la opresión, la injusticia y el odio de manera pacífica.
Como reconocimiento y respeto hacia Gandhi, el 2 de octubre, las naciones del mundo cada año conmemoramos el Día Internacional de la No Violencia con la finalidad primordial de diseminar el mensaje y la relevancia del principio universal de la no violencia y el deseo de cada nación y cada persona de conseguir una cultura de paz, comprensión y respeto.
La no violencia no supone una aptitud pasiva ante los problemas. Se necesita valor para hacer frente a quienes usan la violencia para imponer su voluntad o sus creencias; para oponerse a la injusticia, la discriminación o al odio, y para exigir el respeto de la diversidad y los derechos humanos fundamentales; también para la defensa de los derechos sociales tan mermados en este momento. Se trata de una opción alternativa que pretende “humanizar” a la humanidad. Hay personas que no usan la violencia, ya sea porque les resulta física o psíquicamente difícil o imposible, o porque sus creencias religiosas, morales o éticas se lo impiden; sin embargo, la no violencia es mucho más que no ser violentos, es buscar alternativas para reducir el sufrimiento y el daño entre los seres humanos.
La no violencia implica por tanto, un compromiso por la transformación social y al mismo tiempo, un compromiso por la transformación personal.