La alfabetización es uno de los elementos fundamentales para promover el desarrollo sostenible, en la medida en que dota a las personas de autonomía para tomar las decisiones correctas en los ámbitos del crecimiento económico, el desarrollo social y la integración medioambiental. La alfabetización es la base del aprendizaje a lo largo de toda la vida y desempeña una función esencial en la creación de sociedades sostenibles, prósperas y pacíficas.
Las competencias de lectura, escritura y aritmética que se adquieren a lo largo de la vida, desde las nociones elementales hasta el nivel más avanzado, forman parte de un conjunto más amplio de capacidades necesarias para desarrollar el pensamiento crítico, el sentido de la responsabilidad, la participación cívica, el consumo y los estilos de vida sostenibles, las conductas ecológicas, la protección de la biodiversidad y la reducción de la pobreza y del riesgo de desastres.
¿Basta con saber leer y escribir?
Se habla de alfabetización básica cuando una persona sabe leer y escribir y las reglas elementales del cálculo. Según la Unesco una persona es analfabeta cuando ’no puede leer ni escribir una breve frase sobre su vida cotidiana’. Sin embargo a las cifras en estadísticas, se unen centenares de millones de ’analfabetos funcionales’, es decir, personas que saben leer y escribir una frase sencilla pero que no van más allá de eso. Por ejemplo, que no saben rellenar un formulario, interpretar un artículo de un periódico o usar los números en la vida cotidiana (rellenar un cheque).
El logro de la alfabetización básica en una sociedad es un objetivo importante; pero es la alfabetización funcional la que permite a los individuos desarrollar un papel importante en la vida social y económica de esa sociedad. ¿Qué ocurrirá ahora con los que no aprendan a manejar un ordenador? ¿Será un impedimento para su desarrollo? Quizás la definición más acertada de la alfabetización sea la del pedagogo brasileño Paulo Freire: ’La alfabetización es más, mucho más que leer y escribir. Es la habilidad de leer el mundo, es la habilidad de continuar aprendiendo y es la llave de la puerta del conocimiento’. Por eso no se deben detener los esfuerzos de los gobiernos y la cooperación internacional en este sentido.