El día internacional de la paz es una exhortación a todos los dirigentes del mundo a dejar de lado sus ambiciones personales y unilateralistas y negociar los disensos en un ámbito de buena fe y disposición.

                         Es obvio que el día internacional de la paz no pretende, absurdamente, ignorar las diferencias culturales, ideológicas, religiosas o de otra índole, sino que anhela que existan vínculos esenciales entre los pueblos y entre las personas que primen por sobre esa diversidad.

                       Este día encuentra razón de ser en la búsqueda de concientizar a los pueblos de que el desarrollo y el progreso solo se adquieren a traves de la convivencia pacífica. Es además el fortalecimiento de los valores de solidaridad y hermandad que la humanidad pareció olvidar en el siglo pasado y que hoy continúan en suspenso. El cambio de valores cambia la forma de pensar de las personas; los medios de comunicación, la educación y la familia son pilares fundamentales en esta lucha.

                      La paz auténtica a la que hay que tender se opone no solo a la guerra sino a otras formas de violencia como la discriminación, la opresión, la pobreza forzada, la explotación que impidan el desarrollo digno de las personas.