Roberto Esposito
Communitas : Origen y destino de la comunidad
Puede afirmarse que ningún tema es tan central en el debate filosófico internacional como el de la comunidad: desde el comunitarismo americano hasta la ética de la comunicación de Habermas y Apel, y el deconstruccionismo francés de Derrida. No obstante, en ninguno de estos casos se ha examinado el concepto de comunidad a partir de su original significado etimológico: cum munus. Esto se propone Roberto Esposito, a través de una original «contra-historia» de la filosofía política, referida no sólo a la obra de Hobbes, Rousseau, Kant, Heidegger y Bataille, a quienes dedica los capítulos principales, sino también a la de Hölderlin y Nietzsche, Freud y Canetti, Arendt y Sartre.
Roberto Esposito
Bíos : Biopolítica y filosofía
Permanece irresuelta la pregunta inicialmente formulada por Michel Foucault: ¿Qué hace que la política de la vida termine por acercarse inexorablemente a su opuesto?
En la búsqueda de respuestas, Roberto Esposito no sólo examina, por vez primera, escansiones y antinomias de la génesis moderna de la biopolítica, sino también su extrema inversión tanatopolítica: el nazismo. Oponiéndose a la remoción que realizó la filosofía contemporánea, el autor propone que sólo una confrontación con los dispositivos mortíferos del nazismo brindará las claves conceptuales requeridas para afrontar el enigma de la biopolítica e intentar su reconversión afirmativa. Hace falta pensar la inversión del biopoder nazi. Es preciso desarticular el vínculo que enlaza vida y política de una manera destructiva para ambas, sin olvidar su implicación recíproca. Con este objetivo, Esposito se sitúa en un amplio escenario analítico. Hobbes y Spinoza, Heidegger y Arendt, Nietzsche y Deleuze son algunas de las grandes referencias que el autor desgrana, para enfrentar de modo intenso y original una de las cuestiones decisivas de nuestro tiempo.
Roberto Esposito
Immunitas : protección y negación de la vida
En este libro culmina el original desarrollo con que Roberto Esposito replantea la noción de comunidad, concebida como «revés de la trama» de lo inmune. Lo común no es una determinación impuesta sobre los distintos individuos: prevalece, en cambio, la concepción del munus regido por la ley derivada del «estar juntos» en un ámbito. El análisis, de sesgo hermenéutico, revela y refracta los efectos de sentido que generalmente opacan esa fuerza primera en el discurso teológico, humanístico o biológico.
Así, en evidente continuidad teórica, Esposito prosigue la deconstrucción léxica iniciada en Communitas. Origen y destino de la comunidad a contrapelo de la lectura usual entre politólogos y filósofos; su rechazo del pensamiento monológico se extiende inclusive a la «filosofía política» en cuanto disciplina. Nuevamente el punto de partida es la etimología, primera etapa de una trayectoria que procura acentuar la contradicción interna de un horizonte de sentido sólo en apariencia terso y carente de conflictos.
Conformados según la lógica inmunitaria, aparatos institucionales, formas jurídicas, Estado, tienden a cerrarse respecto del exterior, en una remisión a lo propio postulada como forma de asegurar el dominio sobre la alteridad. Sin embargo, los acontecimientos más nimios llaman la atención acerca de algo casi no percibido que se nos sustrae con la inmunización de la comunidad: la no pertenencia, la impropiedad de nuestras personas.
Roberto Esposito
Tercera Persona : politica de la vida y filosofía de lo impersonal
Hoy más que nunca, la noción de persona es una referencia ineludible de los discursos filosóficos, étnicos y políticos que reivindican el valor de la vida humana en cuanto tal. En el campo de la bioética, los católicos y laicos, aun sustentando visiones contrapuestas acerca de la génesis y la definición del componente personal, coinciden en el valor decisivo que le otorgan como base única de la intangibilidad de la vida humana. También en el plano jurídico se impone un vínculo cada vez más estrecho entre el goce de los derechos subjetivos y el apelativo de “persona”, capaz de superar la brecha, que se remonta a los orígenes de nuestra tradición, entre hombre y ciudadano, derecho y vida, alma y cuerpo.
Roberto Esposito plantea la radical e inquietante tesis de que esa brecha no puede ser colmada por la noción de persona, pues esta misma noción la produce. La persona, más que un mero concepto, es un dispositivo de muy larga data. Su efecto principal es la separación que establece, dentro del género humano y dentro de cada uno de sus integrantes, entre dos zonas de diferente valor: una racional y voluntaria, que empuja a la otra, directamente biológica, hacia la dimensión inferior del animal y de la cosa.
Contra el poder performativo de ese dispositivo, romano y cristiano en su origen, Esposito lleva adelante su innovadora investigación filosófica, inaugurando una reflexión inédita sobre la categoría de impersonal: tercera persona es aquella que, al rehuir el mecanismo excluyente de la persona, remite a la unidad originaria del ser vivo.